Hay tres problemas ideológicos que afectan, esto es, contaminan, la mentalidad nacionalista, el patriotismo hispano:
En cambio, del comunismo nadie habla, porque se da por hecho que quien es comunista no es nacionalista, porque los comunistas son internacionalistas y antinacionalistas, son los tontos útiles del mundialismo, y no defienden la nación sino la “clase social”. El problema es un nuevo fenómeno que he descubierto recientemente, que podríamos llamar “nacional-bolcheviques”: Gente que presume de nacionalistas e incluso de anticomunistas pero que sin embargo tienen ideas absolutamente comunistas en lo económico, queriendo abolir la propiedad privada y que papá Estado les dé gratis todo lo que necesitan para vivir (comida y piso). No diré que lo hacen con intención de engañar, sino por la confusión mental que tienen en la cabeza.
Y no, no es esa la idea que tengo del nacionalismo. El nacionalismo es una ideología que respeta la dignidad de la persona. Es una ideología cercana a la moral natural, en la que el individuo está unido a su grupo étnico natural, no parasitándolo, sino colaborando con los suyos. El comunismo hace lo contrario, esclavizar al individuo en lo económico.
No me cansaré de decirlo: El comunismo es un criadero de vagos y parásitos. Es una ideología de doble moral, disfrazada de buenismo por fuera y de egoísmo por dentro. Una ideología para gente mezquina y ruin, que quiere aprovecharse del trabajo de los demás, pues en eso consiste el querer que el Estado les dé comida y alojamiento gratis. El Estado no es un ente invisible y benefactor, sino que somos todos. La comida hay que cultivarla o criarla, y los pisos no se construyen solos. Si a alguien le dan algo gratis, es porque otro ha trabajado gratis para él.
El comunismo esclaviza a todos: A los que tienen que trabajar gratis para los demás, que terminan siendo todos excepto los gobernantes, y los que tienen que aceptar los bienes y servicios que el Gran Hermano les da, les guste o no (no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que esos regalos tenderán a ser lo peor de lo peor, precisamente por ser gratis, al más puro estilo soviético o coreano del norte). se basa en la ambición del timado.
Desde luego, el régimen lo tiene todo muy bien organizado: La alternativa que presenta al capitalismo es el comunismo. Ante una crisis económica, los materialistas se vuelven comunistas bien deprisita. Parece que basta con quedarse sin trabajo para salir reclamando abolir la propiedad privada y que papá Estado les dé comida y piso gratis. Eso sí, sin abandonar el discurso nacionalista para seguir quedando bien.
Lo curioso es que esta gente de mentalidad tan débil y sumisa ante su papá Estado, tan deseosa de someterse y de aceptar vender su libertad e independencia a cambio de la seguridad estatal en su régimen económico “ideal”, luego predican lo contrario, el triunfo de la voluntad, y son los primeros que presumen de lobos, de rebeldes, que llaman a la acción, a coger las armas, al levantamiento. No encaja tanta sumisión y tanta aceptación de perder su libertad ante el Estado con tanta aparente rebeldía y espíritu de lucha.
Y siguiendo en la misma línea de razonamiento, no puede ser que alguien que exige que el Estado les mantenga gratis, luego nos garantice que va a dar lo mejor de sí en los talleres, los laboratorios y la guerra. Vamos a ver, alguien que es tan débil de querer que el sustento se lo den gratis, con la excusa de que es un “derecho constitucional”, en claro alejamiento de la moral natural y de la vida natural, en la que cada ser vivo tiene que valer para conseguir su comida, no va a mover un dedo, una vez que tenga todo lo necesario para vivir, en esforzarse en nada, y menos en la GUERRA, que es la actividad más bestia que hay, en la que uno se juega la vida.
Por supuesto, hay que tomar medidas económicas para cambiar el régimen actual, como prohibir la fusión de multinacionales y otras, pero el problema real es el sistema monetario, no el económico, y sobre el sistema monetario, asunto que tengo comprobado que no le interesa a casi nadie (lo cual no impide que cualquiera opine y que lo confunda con la Economía).
El nacionalismo es una cosa muy seria. Es para gente con un mínimo de seriedad, madurez, formación intelectual y cultural y con las ideas claras de qué es cada cosa, de qué es lo que está bien y lo que está mal.
- Nordicismo.
- Sionismo.
- Comunismo.
En cambio, del comunismo nadie habla, porque se da por hecho que quien es comunista no es nacionalista, porque los comunistas son internacionalistas y antinacionalistas, son los tontos útiles del mundialismo, y no defienden la nación sino la “clase social”. El problema es un nuevo fenómeno que he descubierto recientemente, que podríamos llamar “nacional-bolcheviques”: Gente que presume de nacionalistas e incluso de anticomunistas pero que sin embargo tienen ideas absolutamente comunistas en lo económico, queriendo abolir la propiedad privada y que papá Estado les dé gratis todo lo que necesitan para vivir (comida y piso). No diré que lo hacen con intención de engañar, sino por la confusión mental que tienen en la cabeza.
Y no, no es esa la idea que tengo del nacionalismo. El nacionalismo es una ideología que respeta la dignidad de la persona. Es una ideología cercana a la moral natural, en la que el individuo está unido a su grupo étnico natural, no parasitándolo, sino colaborando con los suyos. El comunismo hace lo contrario, esclavizar al individuo en lo económico.
No me cansaré de decirlo: El comunismo es un criadero de vagos y parásitos. Es una ideología de doble moral, disfrazada de buenismo por fuera y de egoísmo por dentro. Una ideología para gente mezquina y ruin, que quiere aprovecharse del trabajo de los demás, pues en eso consiste el querer que el Estado les dé comida y alojamiento gratis. El Estado no es un ente invisible y benefactor, sino que somos todos. La comida hay que cultivarla o criarla, y los pisos no se construyen solos. Si a alguien le dan algo gratis, es porque otro ha trabajado gratis para él.
El comunismo esclaviza a todos: A los que tienen que trabajar gratis para los demás, que terminan siendo todos excepto los gobernantes, y los que tienen que aceptar los bienes y servicios que el Gran Hermano les da, les guste o no (no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que esos regalos tenderán a ser lo peor de lo peor, precisamente por ser gratis, al más puro estilo soviético o coreano del norte). se basa en la ambición del timado.
Desde luego, el régimen lo tiene todo muy bien organizado: La alternativa que presenta al capitalismo es el comunismo. Ante una crisis económica, los materialistas se vuelven comunistas bien deprisita. Parece que basta con quedarse sin trabajo para salir reclamando abolir la propiedad privada y que papá Estado les dé comida y piso gratis. Eso sí, sin abandonar el discurso nacionalista para seguir quedando bien.
Lo curioso es que esta gente de mentalidad tan débil y sumisa ante su papá Estado, tan deseosa de someterse y de aceptar vender su libertad e independencia a cambio de la seguridad estatal en su régimen económico “ideal”, luego predican lo contrario, el triunfo de la voluntad, y son los primeros que presumen de lobos, de rebeldes, que llaman a la acción, a coger las armas, al levantamiento. No encaja tanta sumisión y tanta aceptación de perder su libertad ante el Estado con tanta aparente rebeldía y espíritu de lucha.
Y siguiendo en la misma línea de razonamiento, no puede ser que alguien que exige que el Estado les mantenga gratis, luego nos garantice que va a dar lo mejor de sí en los talleres, los laboratorios y la guerra. Vamos a ver, alguien que es tan débil de querer que el sustento se lo den gratis, con la excusa de que es un “derecho constitucional”, en claro alejamiento de la moral natural y de la vida natural, en la que cada ser vivo tiene que valer para conseguir su comida, no va a mover un dedo, una vez que tenga todo lo necesario para vivir, en esforzarse en nada, y menos en la GUERRA, que es la actividad más bestia que hay, en la que uno se juega la vida.
Por supuesto, hay que tomar medidas económicas para cambiar el régimen actual, como prohibir la fusión de multinacionales y otras, pero el problema real es el sistema monetario, no el económico, y sobre el sistema monetario, asunto que tengo comprobado que no le interesa a casi nadie (lo cual no impide que cualquiera opine y que lo confunda con la Economía).
El nacionalismo es una cosa muy seria. Es para gente con un mínimo de seriedad, madurez, formación intelectual y cultural y con las ideas claras de qué es cada cosa, de qué es lo que está bien y lo que está mal.
